miércoles, 2 de enero de 2013

Por fin Buceo


Hoy por fin nos hemos decidido a bucear.

No es que no hubieramos querido hacerlo antes, pero hemos estado costipados toda la semana y con la nariz y oidos tapados es imposible compensar para poder bajar y no queríamos forzar la maquina. 




No obstante aún no estamos recuperados, pero era el ultimo día que podíamos hacerlo, ya que despues de bucear tenemos que estar 24 horas sin volar, y nuestro vuelo sale en dos días, asi que teníamos el tiempo justo. 


Hemos contratado en una empresa de Lovina que se llama Arrows y cuyo encargado es el marido de una de las chicas que trabajan en nuestra casa. Aquí hay mil empresas y los precios están entre 55 y 75 euros por dos inmersiones con alquiler del equipo, comida y transporte. Decidimos bucear en el parque nacional de Pulau Menjangan. Es una isla al noroeste de Bali, desde la que se puede ver claramente la isla vecina de Java. 


Pulau Menjangan está deshabitada salvo por algunos monjes y visitantes del templo, que son los unicos que tienen permiso para estar allí. nosotros unicamente pudimos acercarnos con una barquita de madera hasta la pared de coral que tiene debajo de su superficie. 

En nuestro pequeño viaje de 1 hora desde Bali hasta la isla nos acompañaron dos suecos de Goteborg con los que estuvimos charlando amigablemente y que no entendían porqué las hermanas de Myriam estaban viviendo tan contentas allí. Hemos quedado en vernos en Goteborg en 15 días. Con lo pequeño que es Goteborg seguro que coincidimos. 


lo cierto es que el buceo ha sido fantástico, y es uno de los mejores puntos de buceo según la guia lonely planet. estabamos un poco desconfiados ya que los buceos de el año pasado en Malasia y Tailandia en la época de lluvias no fueron todo lo bueno que pensabamos, pero quizás fue solo por ser el sitio y momento no adecuados. Aquí hemos acertado de pleno. el agua a 28 grados a profundidad de 20 metros. visibilidad bastante buena (esto en verano tiene que ser flipante) y mogollón de peces y corales de distintos tipos por todos lados. Gorgonias de mas de 2 metros,  grutas con cuevas abiertas por arriba que dejaban filtrar la luz, peces de miles de colores...

Vimos una barracuda de mas de un metro de larga, pero rapida y escurridiza no quiso posar para la camara. 

También una especie de atún que aquí llaman Mahi Mahi y que posiblemente cocinemos mañana en el curso de cocina... caballitos de mar, nemos, peces León, morenas, peces angel del tamaño de una mesa camilla, butter fish, sargents majors por todos lados, peces loro que mordisqueaban los corales a nuestro paso (uno de ellos mordisqueó un coral de fuego cerca de mi, me rozó un poco de polvo de coral cerca del cuello y me produjo un sarpullido rojo y un picor infernal durante unos minutos). 


Vimos también trigger fish, de esos que tienen el diente de abajo prominente en la mandibula y el antifaz de malvado. uno de ellos le pegó un bocao al instructor del otro grupo. por señalar demasiado cerca.  


Lo que mas me moló con diferencia fue la gruta por la que se accede a la zona de buceo llamada "underwater cave" en la parte sur de la isla. Me recordó mucho a los buceos que hacíamos en Hawaii con Keith en Maui y Lanai. 



La otra inmersión la hicimos en la parte norte de la isla, en una pared de corales infinita. a la profundidad que fueras había una cantidad de corales increible, parecía una autopista con miles de carriles desde los 8 metros hasta más de 30 que nos dijeron que era la profundidad máxima. nosotros sólo bajamos a 22 metros. lo cierto es que para llevar un año sin bucear y siendo la botella de 12 litros, en ambas inmersiones superamos los 50 minutos, que pienso que no está mal. a ver si este año puedo escaparme al mar rojo y sacarme el titulo avanzado. 


Ya de vuelta nos fuimos a dar un masaje y descubrimos otro rincón de la casa que si llegamos a descubrirlo antes nos estamos dando masajes todos los días. 


Una terraza abierta en un lateral del valle que da a un río, rodeado de selva verde y con vistas al mar. Ahí estaban nuestras camillas esperando con las masajistas preparadas para el tradicional masaje balines. Tengo que decir que si bien es la mejor forma de relajarte despues del buceo, también es cierto que el masaje balines es intenso y en ciertos momentos y puntos puede llegar a ser doloroso. No obstante quedamos más que contentos y pensando en repetir... ya veremos.



Para la cena bajamos al pueblo y pedimos el clásico saté (pinchos balineses de carne y pescado) y un guiso de pescado y verduras envuelto en hoja de banana que se llama Pepe Ikran nosequé. (el nosequé era el nombre del pez en cuestión, así que si se pone atún pues será Pepe Ikran atun, digo yo.) 

Amenizando la cena, un grupo de indonesios cantando temas de hoy y de siempre me recordó mucho los tiempos de la Tupi Band y lo mucho que echo de menos volver a tocar el bajo con ellos. algún día...

La noche nos dejó ver una de las escenas que hasta ahora no habíamos visto y que empaña un poco el turismo de la isla. Una chica solicitando los "servicios" de compañia de un chico en el propio restaurante. Es algo de lo que había leido que se daba en la isla pero que habíamos tenido la suerte de no ver en esta parte norte de Bali. En fin, así es la vida, pero no mola. siento terminar el blog del día así, pero cronológicamente así sucedió. mañana tenemos curso de cocina. Suena interesante. Ciao.


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